Érase una vez que se era una gota de rocío que se posó en una delgada rama. Rápidamente, le siguieron otras tantas.
Cada una mostraba su interior: había gotas electrizantes, otras de colores, otras de sueños a raudales…
Y había una de alma dormida plácidamente. De repente,*rasssssss*, despertó a golpe de palo de lluvia; su energía fluyó tanto y tan rápido que se conectó a la gota de alma electrizante, que se conectó a otra de sueños de aventuras, que se conectó a otras tantas gotas de colores y una eclosión de estruendo fugaz lo irradió todo…
Es entonces cuando el Silencio se toca, es caluroso, con impulso.
Las gotas siguen casi intactas.
Moraleja: la sencillez de darse cuenta que cuando varias gotas se conectan y se juntan todas a una generan tal energía que hacen brotar esferas luminosas impresionantes.
¿Te imaginas que un día te conectas a una esfera de esas?, no lo dudes, ¡pide un deseo! (pídeselo con todas tus fuerzas y déjala ir porque no siempre, pero a veces, los deseos se cumplen).
Yo siempre pido el mismo deseo: que la crisis epiléptica cese pronto.
Ojalá aprenda a vivir mejor, a vivir sin miedos, a entender que la epilepsia es sólo eso, epilepsia, nada más. Ojalá aprenda a sentir que dentro de mí, bien dentro, mi alma irradia y se ha hecho bastante más fuerte, más veloz y mucho, mucho más libre; porque ahora todo el mundo de una noche de martes cualquiera a una hora pERfecta sabe que se puede llegar hasta el alma fugaz SWH y más allá.
Con cariño para todos esos peques SWH y todas esas personas de a pie que viven una crisis epiléptica y saben sacar partido de la oportunidad de crecerse y posicionarse ante ellas.
Muackisss con sabor a gotas de rocío casi intactas pero impresionantes.
-
Que causa una impresión muy fuerte e intensa de asombro y miedo.