¿Qué os parece si este tercer vuelo de “pájaros en la cabeza” se lo dedicamos a todas esas abuelas y abuelos Wolf?
Para todos ellos/as:
AIRE, ¡respiraS!, se FELIZ
y, de paso, ¿dejaMOS algo mejor para los que vienen?
Primera norma de vida:
Quédate contigo cuando despiertes,
en perfecto (des)control.
Creces a un ritmo lento,
¿Y por qué no?
Buscar una segunda norma de vida,
¡Está claro!
No tiene cabida,- al menos-, hoy.
Si de repente, un día te levantas y les preguntas a las abuelas y abuelos Wolf, ¿planes para hoy?; ellas/os te dicen rapidísimamente que “planear” es VIVIR el día a día bien pegaditos a nuestros peques.
Y la verdad es que cada vez que llego a casa con el peque, a mis aitas se les ilumina la sonrisa, no paran de decir todas las cosas que tenemos que comprar, arreglar, pensar, hacer…
Y yo también sonrío porque para cuando me doy cuenta me han organizado la tarde y estamos en la calle entre gente igual de alborotada que nosotros.
¿Y el peque?: FELIZ.
Y Esa es la magia de la comprensión, hacer de un día cualquiera una experiencia de vida (para todos).
¡GRACIAS MILES a esas abuelas y abuelos Wolf que aprenden de nuestros superhéroes ese arte de VIVIR FELIZ porque, sin duda, YA NOS están dejando un legado muuucho mejor de lo que ellas y ellos encontraron!
¡UN BESOTE ENORME, ENORME, con sabor a pequeñas vidas iluminadas!