Sí, eso he escrito, piEs de maRiposa.
Decidme una cosa, ¿os imagináis ahora vuestros piEs descalzos?, ¿el calzado que mañana os pondRéis?; ¿y vuestras manos?, ¿o la forma que tenéis de caminar?, ¿de abrazaros a la otra pERsona?, ¿de ayudarle a levantarse en el camino si se tropieza y cae?…
El pasado viernes 27 de mayo en la III Degustación Solidaria por la esperanza y a favor de las ER realizada en Vitoria-Gasteiz, conocimos a una familia con una hija de 15 años que lleva una historia en su piel. Ya, ya sé, que alguna vez, quizá alguno/a de vosotros/as habéis oído hablar de la enfermedad poco frecuente de piEl de maRiposa, pero yo no tan de cerca, ni de forma tan natural, tan espontánea y a la vez tan cuidada, tan sincera, tan real.
Porque no sólo hicimos de orejas, trenzamos corazón, no hay de otra, y hoy, antes de irme a casa, he necesitado sentarme, escuchar el recuerdo de ese viernes y escribir esta entrada. Una entrada que, la verdad, está siendo catártica, quizá porque saber escuchar pasa por compartir un lenguaje sencillo mitad palabra de quien la dice mitad de quien la escucha.
Os aseguro que me hizo sentir más allá de un instante, más allá de un encuentro difERente; me hizo sentirme a tan sólo un batir de alas mitad mariposa mitad luciérnaga, muy parecido a cuando leí el final del relato breve ganador del Concurso “Alas para volar en un mundo SWH” escrito por Marina Riobello.
Y justo este instante de ahora, enlaza con el de Marina, y el de Marina con el de aquel viernes, y me hace recordar a Ainhoa y David, ellos son amigos de la cuadrilla, músicos y con un sentir en la piel de sus dedos muy parecido. Resuena en mi oido su música lanzada al aire desde un acorde de prueba hasta un suspiro hondo. Por eso escribo hoy, porque gracias a pequeños instantes enlazados me gustaría lanzar un nuevo pájaro de mi cabeza: la música se interpreta desde la piel para que todas las personas la disfruten y se emocionen con ella, como lo hace nuestro peque SWH con Siciliana de Maria Theresia Von Paradis, en esta ocasión interpretada por Ainhoa (violoncello) y David (violín).
¡Gracias miles a los dos, Ainhoa, David!, bien lo sabéis.
Y, ¡Gracias también a Nieves y Guillermo por compartir una tarde a favor de las ER desde los pies de vuestra hija que me hicieron sentir acordes mitad mariposa mitad luciérnaga!
¡¡Un abrazo EnoRme a todos!!
Para más información sobre la autora de Siciliana podéis pinchar sobre la imagen:
Maria Theresia von Paradis.
Retrato de F. Parmantié, 1784 |